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martes, 19 de mayo de 2009

Lo que para mí es el Basketball

En esta entrada, pretendo escribir un poco sobre una de mis grandes pasiones: el deporte, principalmente el Basketball.
Se trata de un deporte de mucho contacto y que requiere de constante entrenamiento y disciplina (esto tanto para mantener una buena condición física como para aquirir las bases técnicas que se requieren para el entendimiento de las jugadas en un equipo). Compiten dos equipos de cinco personas que deben introducir un balón en el aro correspondiente que se coloca a tres metros del suelo, todo esto durante 4 tiempos o periodos de 10 o 12 minutos cada uno. Al finalizar el segundo cuarto se da un tiempo de descanso también conocido como "medio tiempo". Ganará el equipo que termine con el puntaje más alto en el marcador.

Desde pequeña me vi envuelta en un ambiente deportivo gracias a todos mis hermanos (que practiraron diversos deportes y son más gandes que yo), pero sin duda, el que más logró capturar mi atención y mi energía fue el Basketball. De esta manera, ingresé formalmente a un equipo cuando iba en sexto de primaria, a partir de eso, he formado parte de 4 equipos y definitivamente considero al que pertenezco ahora (Universidad Ibero Americana) como el mejor.

Poder decir que pertenezco a una selección deportiva representa muchas cosas para mí. El Basketball me ha dado mucho, empezando por la oportunidad de vivir momentos intensos y llenos de adrenalina y coraje en todos los partidos, la sensación de estar como conectada y en sintonía con el resto del equipo al momento de los pases, las fintas, las jugadas y las canastas. Esa sensación de que todas nos reunimos en tiempos y espacios determinados para compartir algo que nos gusta, disfrutar cada segundo de un partido ya sea que estes en la cancha jugando, corriendo , sudando y aplicando todo lo entrenado; u observar desde la banca a las jugadoras y tratar de transmitirles todo tu apoyo por medio de gritos y porras. También me ha permitido la experiencia de momentos inolvidables, pláticas de horas y horas con las compañeras de equipo, que indudablemente se convierten en excelentes amigas, risas y llantos, viajes... en fin, mil cosas mas, momentos llenos de crecimiento y aprendizajes.

Querer pertenecer a un equipo de cualquier tipo significa una entrega constante; el saber que todos los días, a determinada hora debo reunime con todas las demás en las canchas y prepararnos para entrenar, que los fines de semana tendremos partidos en los que debemos darlo todo para ganar, que las cosas no siempre pueden salir como las esperabamos y debemos seguir trabajando duro para mejorar en cada ocasión, que como en todo, siempre habrá problemas al interior del equipo y debemos tener la mejor disposición para resolverlos, etc. Muchas cosas que para mí representan motivaciones que me hacen querer despertar todos los días, ver a mis niñas del equipo y a mi entrenador. Saber que sea como sea vendrán muchos mas momentos de alegría y que a pesar de la gran diversidad que hay en todos los equipos, todas nos reunimos con el mismo obejtivo de disfrutar nuestra pasión deportiva, el Basketball.

miércoles, 13 de mayo de 2009

INFLUENZA EN MÉXICO


Teorías de la comunicación aplicables al fenómeno “Influenza”

Por todas partes se habla de la temible Influenza, los medios nos saturaron por más de una semana con notas preventivas o precautorias, estadísticas de enfermos y muertos a causa del virus (que en muchos casos no fueron verídicas o muy confusas ), conferencias mundiales de salud, debates, etc. En este caso los medios cumplieron con su papel de informar, correcta o incorrectamente pero lo hicieron; y la sociedad cumplió también su papel de reaccionar ante dicha información. Muchos reaccionaron incrédulos, otros tantos indiferentes, sin duda, la mayoría de las personas reaccionó de forma alarmante y con altos niveles de incertidumbre. Es aquí dónde surge lo aplicable de las teorías de comunicación vistas en clase, el surgimiento de un fenómeno tan masivo como éste se presenta como una excelente oportunidad para entender el uso de las diversas teorías y su constante estudio en la vida actual.

Empecemos pues. Indudablemente, la primera teoría que viene a mi mente al hacer una relación con el fenómeno de la Influenza es la de Agenda Setting. Y vaya que en esta ocasión los medios se encargaron de agendar lo “noticiable” en todos los espacios informativos. Del 24 de abril hasta el 06 de mayo aproximadamente no se hablo de otra cosa que no estuviera relacionado con el virus, no hubo narcotráfico, problemas políticos, etc. (al menos eso proyectaban los medios, después se supo que sí hubo acontecimientos al respecto, sólo que no nos enteramos). Durante todo este tiempo fue visible la presencia de los dos agentes indispensables en la conformación de una agenda pública: primero los medios de comunicación que determinaban qué información proyectar y cómo hacerlo (en mi opinión, en esta ocasión, el “cómo” decidieron hacerlo, derivó en un pánico social a nivel nacional, incluso mundial). En segundo lugar, la presencia de los poderes estatales, organizaciones e instituciones relacionadas (Organización Mundial de la Salud, Secretaría de Salud, etc.) y algunos líderes intelectuales que se perfilaban como los definidores primarios y como fuentes posiblemente verídicas de información.

Las principales noticias diarias se resumían dando respuesta a diversas preguntas del tipo: ¿Cuáles son los principales síntomas de la Influenza? ¿Qué hacer si presenta alguno de dichos síntomas? ¿Cómo prevenir la Influenza?, entre otras similares. Todo el tiempo era lo mismo, todos sabíamos perfectamente qué debíamos hacer y qué no hacer y sin embargo seguíamos viendo cada nota informativa, cada noticiero. Se cumple la aplicación de la teoría al conformarse, indudablemente, una agenda pública.

En segundo lugar, me parece que la teoría de la Espiral del silencio también vio en este suceso nacional, una perfecta oportunidad para infiltrarse. Ciertamente, como lo he dicho antes, el fenómeno del virus ahora conocido como AH1N1 creó en muchas personas la sensación de duda o incredibilidad Se hablaba de un posible fraude de gobierno o una especie de “trampa” mediática para ocultar asuntos de mayor relevancia, en fin, se especuló de todo (recibí durante toda la semana diversos mails que enunciaban las cinco posibles teorías del fenómeno Influenza, títulos como: “No te dejes engañar, todo es una farsa del gobierno”. “Conoce más sobre el virus de la Influenza”. “Suero anti-influenza mexicano”. “Se ha capturado al culpable original del virus”. Y muchos más.) Sin embargo, pese a todo esto; a la hora de salir de los hogares, nadie escatimaba en portar cubrebocas (si eran de los industriales con filtros de carbono mucho mejor), en aplicarse gel antibacterial constantemente, estornudar o toser tal como nos lo indicaban los medios de comunicación: “al interior del brazo flexionando el codo”, no besar o saludar de mano a las personas y para los más dramáticos, definitivamente dejar de usar corbatas. Claro que durante este tiempo, la gente prefería de plano no salir de sus hogares a menos que fuera estrictamente necesario (correr al súper por las ya bautizadas “compras de pánico”).

Así es como logró verse reflejada la espiral del silencio, todos hacíamos lo mismo por que si no era de esa forma la gente simplemente lo veía mal. Pienso que hasta los más escépticos habrán tenido pensamientos del tipo: “Por si las moscas…”, “No vaya a resultar que si es cierto…”, etc. Una vez más, como se ha dicho en ensayos pasados, se ve la necesidad de la gente como ser social, necesidad de pertenecer a algo, a lo que hace la mayoría. Incluso si esto significa tener que adaptarse a nuevos modelos que derivan de la proliferación de un virus en nuestro país. Y casi sin ser necesario que se recuerde, los medios de comunicación se presentan, una vez más, como el punto de origen; como el sistema por el cual cada individuo logró informarse de lo que estaba pasando en México y las repercusiones de todo esto, en el mundo.

Todo el caos psicológico que se vivió durante los pasados días al interior de nuestra sociedad parece estar regresando poco a poco a la normalidad. Se sigue hablando de eso, siguen recordándonos cada cinco minutos todas las medidas preventivas y siguen dándonos cifras sobre la cantidad de personas infectadas, la cantidad de personas muertas a causa del virus, entre otras. Sin embargo, todas las escuelas y la mayoría de los establecimientos de uso público han reanudado ya sus actividades. Todo esto no sin antes haberse llevado acabo procesos de desinfección regulados por la Secretaría de Salud, consultas médicas y cuestionamientos al personal y a los alumnos en las escuelas, etc. Parece que todo ha quedado, al menos hasta ahora, bajo un “mediano” nivel de control.

Lo que ocupa ahora los debates políticos y noticieros, es la necesidad de crear programas que permitan la reactivación de la economía mexicana (que ya desde antes se había visto en extremo afectada por la crisis mundial). Todo esto me parece muy alarmante, ya que si hablamos de una incontinuidad económica, indudablemente caeremos en la problemática de una alteración del bienestar social y muy posiblemente, de la seguridad pública. Se habla de gigantescas pérdidas económicas al interior de los restaurantes y tiendas departamentales, lugares de entretenimiento común como cines, estadios deportivos y clubs, la caída en ventas de carne de cerdo de hasta un 80 %, etc. Sin contar el dinero que el gobierno tuvo que invertir para la exitosa reactivación de clases en las escuelas públicas (detergentes, cloro, personal médico y transporte del mismo, etc.), se incrementó el desempleo y el turismo también se vio en picada. Es por todo esto que me parece prudente analizar este fenómeno de la Influenza bajo la teoría del Determinismo Económico. Así como retomar por última vez a Marx ya que a lo largo del semestre se convirtió en un personaje importante para el entendimiento de las teorías.

Volvemos entonces a las relaciones de poder, la clase dominante que cuenta con el capital y los medios de producción, y la clase dominada que presta su mano de obra a cambio de una remuneración y que al mismo tiempo consume los productos, bienes o servicios que produce a precios (la mayoría de las veces) sumamente elevados al original. En esta ocasión, me pareció importante hacer la relación con la influenza por que, en mi opinión, se dio una ruptura del proceso ya establecido del capitalismo. Con esto me refiero a que el capital de producción estaba ahí y los puntos de venta también, lo que no pudo estar presente fue el sector social que consume, y que contribuye a la acumulación de capital en manos de unos cuantos (“privilegiados”). Y si tomamos en consideración que el capitalismo es y ha sido siempre el único modo de producción aplicable y “exitoso” en México, no será de extrañarse que la ausencia de actividad capitalista por más de una semana, tenga repercusiones a largo plazo.

Con esto concluyo mi ensayo que se considerará como una evaluación final. Sin duda todas las teorías que vimos a lo largo del semestre tendrán alguna relación o podrán ser en alguna medida aplicables al fenómeno masivo que vive México actualmente. Sin embargo, las mencionadas anteriormente son para mí las más importantes. No cabe duda que en esta ocasión se presentaron situaciones que a nivel académico resultaron positivas, la existencia de problemáticas de este tipo nos ayuda a entender a nosotros como estudiantes, lo que aprendemos todos los días en un salón de clases. No obstante, considero que el interés que prestemos a estos temas debe ir siempre más allá del beneficio particular que podamos obtener. Nos corresponde como ciudadanos y sobre todo a nosotros como comunicólogos, estar informados de las cosas que pasan en nuestro entorno, saber reconocer diversas fuentes aunque muchas veces no sean del todo de nuestro agrado, y crear en nosotros criterios y opiniones auténticas que nos permitan desarrollarnos mejor en el ambiente económico, político y social de nuestro país. Hoy por hoy se percibe una enorme falta de organización en la mayoría de las grandes instituciones del país, que tristemente son las instituciones que nos representan y abogan por nosotros tanto nacional como internacionalmente.

Creo que si cada ciudadano adquiriera una conciencia más activa en este tipo de acontecimientos, la situación de México sería muy distinta; el problema final ¿Cómo se crea esa conciencia?...